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#Spreadtheword: Es hora de acabar con la violencia contra las mujeres en política

Publicado el 25-11-2020
Tiempo de lectura 5 minutos
  • Noticias

Hoy, 25 de noviembre de 2020, es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La violencia física, emocional y psicológica de género es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas y persistentes en nuestro mundo actual. Muchas mujeres de todos los sectores y orígenes sufren violencia en su vida personal o profesional.

En el NIMD trabajamos específicamente con mujeres de la esfera política. Cada día escuchamos sus historias y vemos las barreras que han superado -con trabajo y determinación- para ocupar puestos de poder.

El NIMD se ha comprometido a ayudar a que más mujeres entren en política, y parte de ello es trabajar para eliminar los actos violentos que pueden obstaculizar su participación. 

Hablamos con Nidhal Lamraoui, responsable de proyectos de NIMD sobre género e inclusión, para saber más.

Q1. ¿Qué es la violencia contra las mujeres en política?

La violencia contra las mujeres se refiere a todas las formas de violencia selectiva por razón de sexo y género que se perpetran contra las personas que se identifican como womxn. Incluye todos los actos de agresión que infligen daños físicos, emocionales o psicológicos.

Mientras que la violencia física contra las mujeres en política es la que más se reconoce, a menudo nos olvidamos de los otros dos tipos de violencia.

Cuando se trata de mujeres en política, abundan los actos de violencia no física. También pueden incluir dejar a las mujeres fuera de las decisiones, cerrarles las puertas a su progreso y no permitirles el espacio y la plataforma necesarios para hacer oír su voz.

A pesar de ello, la violencia no física suele pasar desapercibida en la esfera política. ¿Por qué? Porque a menudo los límites son difusos, y los actos de agresión se presentan como rivalidad o competencia ferviente.

Participantes en la Escuela de Democracia del NIMD en Georgia.

Q2. ¿Puede explicar con más detalle los tipos de violencia que pueden sufrir las mujeres?

El abuso verbal y los prejuicios inconscientes son dos formas de violencia emocional y psicológica contra las mujeres en política. Los prejuicios inconscientes son las actitudes y estereotipos subyacentes que la gente atribuye inconscientemente a otra persona o grupo de personas. Estos prejuicios afectan a la forma en que las personas entienden a los demás y se relacionan con ellos. En el caso de las mujeres políticas, los prejuicios pueden afectar a la seriedad con la que la gente las toma y a que sus voces sean escuchadas.

Otro tipo de violencia es la financiera, de la que no se habla tanto como se debería. Nuestro reciente estudio sobre la coste de las campañas políticas en Ugandamuestra, por ejemplo, que a menudo las mujeres no pueden permitirse participar en política.

Por último, nunca debemos subestimar el poder de la violencia cultural, cuando ciertos aspectos de la cultura como la religión, las tradiciones y la lengua sirven para legitimar o justificar la violencia estructural.

Q3. ¿Cómo se produce la violencia cultural?

La cultura es algo que surge una y otra vez al hablar de la violencia contra las mujeres en general, así como de la violencia contra las mujeres en la política en particular.

Se pueden ver estereotipos culturales en juego, por ejemplo, en la forma en que algunas personas justifican los actos de agresión llevados a cabo contra las mujeres. A menudo se piensa que las mujeres son frágiles e irracionales y que, por tanto, pertenecen al ámbito doméstico. En cambio, a los hombres se les considera líderes naturales y responsables de tomar decisiones, gestionar y gobernar.

Las normas culturales suelen hundir sus raíces en estructuras patriarcales en las que están arraigados valores desfavorables a la plena autonomía de la mujer.

Desafiarlos puede entenderse como rebelión, traición e incluso una ofensa al liderazgo y la masculinidad de los hombres. De ahí viene el fuerte rechazo a las mujeres en política.

Mujer indígena, artista y lesbiana, Sandra Morán sabía que el camino no sería fácil cuando decidió dedicarse a la política en Guatemala.

Q4. ¿Por qué es importante acabar con la violencia contra las mujeres en política?

La violencia contra las mujeres en política tiene repercusiones tanto explícitas como implícitas. Aparte de ser un acto agresivo y una flagrante violación de los derechos humanos, refuerza el papel subordinado de la mujer en la sociedad y generaliza la violencia como herramienta legítima y aceptable de rivalidad.

Y, dado que la violencia puede disuadir en última instancia a las mujeres de participar en la toma de decisiones, conduce a instituciones poco representativas, que ven las cosas desde un número limitado de ángulos.

La diversidad y la inclusión son muy importantes a la hora de garantizar una representación fiel y reflexiva de todos los grupos y sus necesidades.

Este tipo de representación permite a la gente tener fe y confianza en sus instituciones, elimina las divisiones y fomenta la armonía. En tales entornos, prevalece la justicia social, se preservan los derechos humanos y se logra la prosperidad nacional.

Así pues, la violencia contra las mujeres en política no sólo perjudica a las mujeres, sino a la propia sociedad. Al oprimir las diversas voces, limita la toma de decisiones y la formulación de políticas que, en principio, deben aprovechar el pensamiento no convencional y no descubrible, ¡fuera de lo común!

Piénsalo así: Si se excluye a las mujeres de la política, nos estamos perdiendo el poder de la mitad de nuestras mentes brillantes.

Por todas estas razones y otras más, es importante una representación equitativa y sustantiva. Para que esto sea posible, tenemos que crear unas condiciones equitativas para que las mujeres se interesen, accedan, prosperen y contribuyan al avance de nuestras sociedades.

El NIMD pregunta a mujeres políticas de todo el mundo sobre los obstáculos a los que se enfrentan y lo que hace falta para cambiar las cosas.

Q5. ¿Cómo podemos acabar con la violencia contra las mujeres en la política?

Creo que la clave es un diálogo constructivo continuo.

Sacar a la luz la violencia... intercambiar y enriquecer nuestra comprensión colectiva de los problemas y sus causas profundas... rastrear prejuicios inconscientes y cuestionar esas creencias...

Todo esto es crucial para acabar con la violencia contra las mujeres en general, y contra las mujeres en la política en particular.

Esto no tiene por qué tener lugar en una estructura determinada o en un entorno de alto nivel. Todos podemos ser actores activos, poniéndonos a disposición de quienes lo necesiten para hablar de ello. Educando a las personas que nos rodean, en torno a la mesa o en las redes sociales, sobre las repercusiones de la violencia y, lo que es más importante, sobre los recursos disponibles para los afectados.

La dinámica subversiva de la sociedad no es más que un enredo colectivo de nuestras creencias subversivas individuales traducidas en acciones subversivas. Así que tenemos que empezar por examinar nuestras propias creencias y valores.

La Escuela de Política de Myanmar en acción. Las Escuelas de Democracia y las Escuelas de Política del NIMD en todo el mundo tienen como objetivo la igualdad de participación entre mujeres y hombres.

Q6. ¿Cómo contribuyen los programas del NIMD a poner fin a la violencia contra las mujeres en la política?

Para dar pasos reales en la eliminación de la violencia contra las mujeres en política, abordamos las normas y prácticas no escritas que excluyen a las mujeres de la participación en la arena política.

Eso significa trabajar con los actores políticos para influir en la legislación nacional, ayudar a los partidos políticos en sus reglamentos internos y, por último pero no menos importante, fomentar una cultura política abierta mediante la formación y el diálogo.

Por ejemplo, recientemente hemos creado una nueva herramienta interactiva, la "Hoja de ruta hacia partidos políticos inclusivos", cuyo objetivo es ayudar a los partidos a derribar sus barreras internas para las mujeres en la política.

También trabajamos en todos nuestros programas para amplificar las voces de las mujeres y darles una plataforma para influir en su entorno. Esto incluye formación específica y apoyo a los grupos de mujeres, pero también garantizar la igualdad de acceso a nuestras Escuelas de Democracia y otras formaciones para actores políticos.

Por último, nuestros conocimientos altamente contextuales nos han permitido contribuir a la redacción de documentos políticos, documentos conjuntos y propuestas de proyectos sobre la inclusión de la mujer en la política y la toma de decisiones.

Por ejemplo, el NIMD es signatario del nuevo Plan de Acción Nacional neerlandés sobre la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas relativa a la mujer, la paz y la seguridad. Recientemente hemos participado en la sesión de consulta sobre la participación de las mujeres en los procesos de paz y la consolidación de la paz con el Gobierno neerlandés, llevada a cabo en el contexto del desarrollo del nuevo Plan de Acción Nacional. Durante la sesión, el NIMD ayudó a identificar lagunas y avances, así como a explorar nuevas cuestiones apremiantes que merecen más atención por parte de los Países Bajos.

Del mismo modo, el NIMD también ha participado activamente en las reuniones consultivas organizadas por nuestro socio, el Banco Mundial. Asociación Europea para la Democracia. El resultado ha sido la elaboración de un documento conjunto para asesorar a la UE sobre el nuevo Plan de Acción de Género, en el que las mujeres, la paz y la seguridad ocupan un lugar destacado.

 

Q7. ¿Cuál es su visión de futuro?

Para mí, un mundo sin violencia contra las mujeres en política sería un mundo en el que las mujeres se sintieran animadas a entrar y contribuir a la política. Un mundo en el que pensar en una mujer presidenta ya no parezca una realidad lejana.