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Retratos de coraje en Colombia

Publicado el 05-11-2021
Tiempo de lectura 5 minutos
  • Colombia
  • Educación para la democracia
  • Historias

NIMD Colombia dirige Escuelas de la Democracia en algunas de las regiones más inestables del país, donde los activistas se enfrentan con frecuencia a la violencia y los abusos. Aquí presentamos el perfil de tres de los valientes jóvenes ex alumnos y descubrimos sus esperanzas para el futuro.

Una versión de este artículo apareció en neerlandés en el Especial para jóvenes de la revista Vice Versa.

En la región de La Guajira, en el extremo norte de Colombia, la vida puede ser dura para los jóvenes activistas. Cerca de Venezuela y del mar Caribe, abundan los grupos de delincuencia organizada, y la inestabilidad y la corrupción hacen que el potencial económico de la zona siga sin aprovecharse.

La mayoría de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, pero las personas que luchan por una mayor igualdad social y de oportunidades se juegan su seguridad cada día.

La violencia contra líderes comunitarios es trágicamente habitual. A pesar de un acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y el grupo guerrillero FARC hace cinco años, más de 400 defensores de los derechos humanos han sido asesinados en Colombia desde 2016.

Pero al reunirse y compartir sus experiencias, una nueva generación de líderes colombianos está adquiriendo fuerza, conocimientos y aptitudes.

Esperanza y optimismo

En febrero de 2021, NIMD Colombia y la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea lanzaron Escuelas democráticas en La Guajira y los departamentos cercanos de Cesar y Córdoba. Más de 170 jóvenes líderes han pasado ya por sus puertas.

Los estudiantes proceden de distintos orígenes étnicos y afiliaciones políticas, lo que anima a personas de todo el espectro ideológico a reunirse en un entorno no conflictivo y darse cuenta de la fuerza de trabajar juntos.

A pesar de la volatilidad, hay esperanza y optimismo entre los jóvenes activistas, que están decididos a seguir luchando por un mundo más justo e igualitario para todos.

Aquí conocemos a tres de los recién licenciados:

Photo of Colombia Democracy School Graduate, Matteo Bullones Rojas, 20 years old

Como muchos residentes de La Guajira, el joven de 20 años Matteo Bullones Rojas es de Venezuela. Huyó de la incertidumbre política y económica en 2017, pero, como hombre trans, también buscaba una sociedad más tolerante y abierta.

"Sentí que aquí había una cultura más libre, con la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo", explica. "Desde niña, nunca me sentí mujer, y desde 2019 he empezado a llamarme Matteo".

"Tenemos que superar la discriminación y tener la oportunidad de sobresalir".

A pesar de las esperanzas de tolerancia de Matteo, la vida no es fácil para una persona trans en La Guajira.

"Me amenazan con regularidad", dice. "Hay muchos prejuicios: que somos trabajadoras del sexo; que queremos trabajar en la calle; que no somos inteligentes. La realidad es que a menudo nos resulta imposible trabajar para una empresa debido a los prejuicios, por lo que la mayoría seguimos siendo pobres y tenemos que trabajar en la calle para sobrevivir."

Sus experiencias personales han inspirado a Matteo para convertirse en líder comunitario de sus compañeros trans de La Guajira. "Hay mucho potencial en este grupo, pero primero tenemos que superar la discriminación y que nos den la oportunidad de sobresalir".

Photo and quote from Matteo Bullones Rojas

Para hacer realidad su ambición, Matteo estudia Derecho, además de un trabajo a tiempo completo y su labor comunitaria.

"Trabajo diecisiete horas al día, a menudo siete días a la semana, como chef en un restaurante de comida rápida, junto a mis estudios de Derecho", explica.

Matteo cree que una de sus mayores contribuciones es simplemente ser visible en las calles.

"Significa que los demás saben que no están solos", afirma. "Además, ayudo a proporcionar ayuda alimentaria a personas trans y profesionales del sexo. Hablamos de la importancia de la medicación, las vacunas, el riesgo del VIH, y repartimos preservativos. Hay asesoramiento jurídico y psicológico para quienes lo necesitan".

Inspirar a los demás

Matteo espera utilizar los conocimientos adquiridos en la Escuela de Diálogo, Innovación y Liderazgo de NIMD Colombia para inspirar a otros.

"Quiero ayudar a los jóvenes a convertirse en líderes", afirma. "Uno de mis objetivos es formar a otros grupos de la comunidad LGBTQI para que puedan apoyarse mutuamente.

"Este país necesita líderes que apoyen una sociedad inclusiva en Colombia. Así es como prevenimos la violencia y reducimos los prejuicios".

NIMD Colombia Democracy School Graduate, Dana Esther Navarro, 21

Dana Esther Navarrode 21 años, es consciente de los riesgos que entraña el activismo en Colombia. Siguiendo los pasos de su abuela, la joven estudiante ha empezado a trabajar con un sindicato rural llamado Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC).

El sindicato ha visto cómo varios de sus miembros eran asesinados, secuestrados y amenazados.

"He pasado por muchas cosas, y mi abuela también se ha sentido intimidada", dice Dana, que trabaja como becaria en una plantación de plátanos paralelamente a sus estudios.

"Cinco hombres armados llegaron en moto a las tres de la mañana. Golpearon la puerta y nos gritaron que dejáramos de trabajar".

"Es muy importante que trabajemos juntos a través del diálogo".

Pero la amenaza de la violencia no ha disuadido a Dana de convertirse en representante juvenil de la ANUC en La Guajira. Espera que con su trabajo pueda ayudar a otros jóvenes de la región a desarrollar su potencial, y asistir a la Escuela de Democracia de NIMD Colombia le ha proporcionado las habilidades y los conocimientos necesarios para seguir adelante con sus ambiciones.

"Puedo enseñar mucho a los jóvenes: cómo proteger tus derechos o los derechos de otros que no pueden luchar por ellos; cómo pedir protección al gobierno; cómo escribir cartas, presentar informes y organizar acciones comunitarias", explica.

Jóvenes de la capital, Bogotá, celebran una concentración en favor de una mayor tolerancia e inclusión.

"Es muy importante que trabajemos juntos a través del diálogo y encontremos formas de hacer las cosas sin violencia ni amenazas".

A Dana también le preocupa mucho el medio ambiente y espera contribuir a un futuro más sostenible con su trabajo en la plantación de plátanos.

"Controlo el uso de pesticidas, agua, ácidos y aceite", dice. "Suelo estar trabajando desde las cinco de la mañana hasta las nueve de la noche. Pero debemos proteger nuestro medio ambiente porque nadie lo protegerá por nosotros".

Ve esperanza y optimismo en la energía de los jóvenes que la rodean, y quiere utilizar sus conocimientos para canalizar esa energía hacia la acción a nivel gubernamental.

"Nosotros, los jóvenes, podemos alcanzar el éxito", afirma. "Hacemos todo lo que podemos, pero el gobierno también debe ayudar. Cuando luchamos por nuestros derechos tenemos que estar protegidos, no tenemos que huir ni ser amenazados."

NIMD Colombia Democracy School graduate Yasser Romero

Como miembro del grupo indígena wayuu, la joven de 28 años Yasser Romero es un apasionado de la historia y las tradiciones de su comunidad, y la protección del medio ambiente en La Guajira es crucial para mantener vivas esas tradiciones.

Su interés por las cuestiones locales le llevó a convertirse en secretario étnico de un nuevo partido político, Dignidad, que se formó en 2021 y ahora actúa en veinte provincias colombianas.

Yasser también trabaja para una organización llamada Comité Cívico por la Dignidad de La Guajira, comprometida con la promoción de la igualdad y la protección del medio ambiente.

"Trabajamos con los sindicatos, distribuimos octavillas, presentamos denuncias y luchamos contra la injusticia social y la discriminación", afirma. "También vigilamos las licencias: actualmente hay solicitudes para explotar el 97% de los recursos naturales de la región. Hay mucha corrupción y amenazas contra mí y mi organización".

Students at the Democracy School in La Guajira, Colombia
Alumnos de la Escuela de la Democracia de La Guajira, Colombia.

Yasser espera utilizar su activismo -y sus estudios de Derecho- para elevar el nivel de vida de su comunidad.

"En esta región, alrededor del 87% de las familias wayuu viven con menos de cincuenta euros al mes, y a menudo tienen entre ocho y diez bocas que alimentar", explica. "Aquí hay mucha desnutrición. Muchos niños han muerto en los hospitales, a menudo por falta de agua potable, en parte porque las empresas mineras contaminan el agua.

"También trabajo para una organización feminista, donde soy uno de cuatro hombres", añade. "Ayudamos a enseñar a las madres solteras la importancia de una buena nutrición y el uso de anticonceptivos, y compartimos alimentos y productos para la higiene personal, patrocinados por empresas regionales".

"Hay que proteger la dignidad humana de todos".

Con la ayuda del programa de educación para la democracia de NIMD, Yasser espera hacer realidad sus sueños de una Colombia más justa e igualitaria, donde se escuchen todas las voces.

"Mi sueño para Colombia es que se convierta en un país justo, sin desigualdades extremas", afirma. "Hay que proteger la dignidad humana de todos".