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El diálogo respaldado por el NIMD abre reformas en Malí

Publicado el 14-11-2019
Tiempo de lectura 2 minutos
  • Mali
  • Noticias
NIMD's Country Representative for Mali, Mirjam Tjassing, with Malian leaders at the dialogue platform.
La Representante de NIMD en Malí, Mirjam Tjassing, con los líderes malienses en la plataforma de diálogo.

Los días 30 y 31 de octubre, NIMD Mali organizó una reunión de alto nivel sobre reformas electorales, contribuyendo a aumentar la credibilidad de las elecciones en el país. La credibilidad de las elecciones es clave para una gobernanza responsable y una transferencia estable del poder entre ciclos electorales.

Durante dos días de diálogo, los partidos políticos (mayoría y oposición) y las organizaciones de la sociedad civil elaboraron una lista de reformas prioritarias, que fue presentada al Ministro de Reformas Institucionales y al Ministro de Administración Territorial. Un comité conjunto se encargará del seguimiento de las recomendaciones.

El diálogo en Malí y el papel de NIMD

Tras las elecciones de 2018, el presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keïta, puso en marcha un diálogo nacional inclusivo. Sin embargo, la oposición se negó a participar, alegando que no se les había consultado lo suficiente en la preparación del proceso de diálogo, y que existía la posibilidad de que quedaran marginados como consecuencia de ello. Sin embargo, seguía siendo necesario avanzar en la importantísima cuestión de la reforma electoral. Así pues, el NIMD, con el apoyo de los ministros de Reforma Institucional y de Administración Territorial, consultó sobre el tema con los partidos políticos y la sociedad civil, allanando el camino para llegar a un consenso sobre las acciones prioritarias.

 

El NIMD trabajó con otras organizaciones con sede en Malí para elaborar un inventario de todas las propuestas de reforma electoral presentadas por los partidos políticos, la sociedad civil y la comunidad internacional desde el inicio de la crisis en 2012. Tan pronto como el NIMD inició estas consultas con los partidos, quedó claro que existía un amplio consenso sobre la necesidad de seguir adelante con la reforma electoral, con una lista muy larga de propuestas presentadas. Con esta información en un solo lugar, lista para que los partidos la utilizaran, NIMD convocó la reunión de alto nivel.

El objetivo de la reunión de alto nivel era dar prioridad a un número limitado de reformas que, en su conjunto, contribuyeran a restablecer la confianza de la población maliense en las elecciones. De este modo, el gobierno maliense podrá garantizar su legitimidad democrática y aumentar su capacidad para gobernar con eficacia.

La reunión demostró que no hay desacuerdo político sobre la necesidad de una reforma electoral, ni siquiera sobre qué reformas son prioritarias.

La siguiente fase del proceso

A la ceremonia de clausura asistieron los ministros de Administración Territorial (responsables de los partidos políticos) y el ministro de Reformas Institucionales, que afirmó que basará las futuras reformas electorales en las conclusiones de la reunión de alto nivel. Los partidos y las organizaciones de la sociedad civil presentes han afirmado que seguirán exigiendo reformas electorales a raíz del diálogo.

NIMD creará un grupo de seguimiento, formado por un número limitado pero representativo de participantes en la reunión. Este grupo recibirá formación en lobby y desarrollará una estrategia de lobby para dar seguimiento a las conclusiones de la reunión.

¿Por qué los partidos malienses quieren reformas electorales?

El desarrollo económico y el progreso político de Malí se han visto frenados por años de crisis y violencia dentro del país. Conseguir la estabilidad en las elecciones y el consentimiento público para el gobierno es clave para poner fin a la agitación.

Cualquiera que siga las noticias habrá visto a Mali en los titulares desde que el norte del país fue golpeado por una rebelión en 2012. El golpe de Estado que siguió llevó a la ocupación del norte de Mali por los yihadistas, que aprovecharon la oportunidad para imponer sus propias leyes en la región mientras el gobierno estaba ausente.

 

En 2013, una operación dirigida por Francia ayudó a Mali a recuperar el control de la mayor parte de su territorio, pero la comunidad internacional le obligó a negociar con los rebeldes. Esto condujo a un acuerdo de paz en 2015, cuya aplicación ha resultado extremadamente difícil. Mientras tanto, los yihadistas han seguido atacando al Estado, aprovechando la desconfianza de los ciudadanos hacia el Estado y la clase política, avivando la violencia dentro de Malí....

Los disturbios continuaron hasta las elecciones presidenciales de 2018 en Malí, que acabaron en crisis postelectoral. El principal líder de la oposición no aceptó el resultado de las elecciones anunciado por el tribunal constitucional. Los años de disturbios e incertidumbre electoral han hecho que los partidos quieran mejorar la transparencia electoral para poder dar prioridad a las políticas de desarrollo, frente a la gestión de crisis de años anteriores.