Reflexiones de un joven líder keniano sobre la mesa redonda con los Reyes de Holanda

Una invitación que conmovió a un pueblo
Cuando Marion, ex alumna de la Escuela de Democracia de NIMD Kenia, recibió el correo electrónico que la invitaba a una mesa redonda con los Reyes de Holanda, estaba, según sus propias palabras, "nerviosa pero extasiada" y bromeó diciendo que "se lo había contado a todo su pueblo". No era sólo el peso del momento, su primera interacción con una monarquía, sino también la gravedad de los temas tratados lo que la ponía ansiosa. Más allá de la emoción, había un profundo sentido de la responsabilidad. Ante la indignación generalizada en Internet por la visita de los monarcas, sabía que su papel en el debate debía ir más allá de sus propias perspectivas.
El peso de la representación
Al entrar en la sala, Marion se dio cuenta enseguida de que era una de los diez jóvenes asistentes (muy lejos de los cientos que había imaginado). Esto lo cambió todo. El ambiente íntimo significaba que todas las voces, incluida la suya, tenían peso. Tenía que asegurarse de que las preocupaciones que planteaba trascendían la experiencia personal y hablaban de la realidad más amplia de la participación política de los jóvenes en Kenia.
Comprendiendo el escepticismo que rodeaba la visita, vino preparada. Investigó a fondo, asegurándose de que sus argumentos estuvieran respaldados por datos. La formación que recibió como ex alumna de la Escuela de la Democracia en materia de diálogo y diálogo intergeneracional le ayudó a afinar sus argumentos, permitiéndole defender eficazmente los problemas de los jóvenes al tiempo que entablaba con la monarquía un debate equilibrado e informado.
Una conversación más allá de las expectativas
Como muchos jóvenes kenianos, Marion había acudido a la mesa redonda con cierto escepticismo. Supuso que el debate sería una formalidad, un mero trámite diplomático antes de que los Reyes se trasladaran a la Casa de Estado para discutir acuerdos comerciales con el Presidente de Kenia. Preveía los habituales sentimientos políticamente correctos en torno a los problemas de la juventud, de los que había sido testigo una y otra vez, y no un intercambio honesto de ideas.
Para su sorpresa, los monarcas mostraron un profundo conocimiento del panorama político de Kenia. Admitieron la apatía de los votantes en las elecciones de 2022 y reconocieron el renovado interés de los jóvenes por la participación política. El Rey habló abiertamente de los peligros a los que se enfrentan los jóvenes activistas a la hora de pedir cuentas al Gobierno en Internet y les animó a canalizar su energía en la defensa de reformas electorales como la reconstitución de la Comisión Electoral Independiente y de Límites (IEBC) y el registro de votantes.
Tal vez lo más notable fue el aplauso del Rey a jóvenes activistas como Morara Kebaso y Kasmuel Mcoure (figuras influyentes en las protestas del año pasado), que ahora estaban en transición hacia estructuras políticas formales. Morara está en proceso de fundar su propio partido político, mientras que Kasmuel se ha unido formalmente al Movimiento Democrático Naranja (ODM). El Rey hizo hincapié en la necesidad de que los jóvenes se unan a líderes que den prioridad a los asuntos de la juventud, en lugar de limitarse a apoyar los bastiones y posiciones de los partidos tradicionales.

Tensión, confianza y transformación
El ambiente de la mesa redonda fue tenso al principio. El grupo estaba compuesto por jóvenes de diversas afiliaciones a partidos políticos, de la sociedad civil y de círculos activistas. Algunos de los jóvenes activistas presentes expresaron abiertamente su descontento por estar allí, poniendo de relieve la creciente división entre los jóvenes comprometidos políticamente y los que siguen rechazando las estructuras políticas formales en favor del activismo.
Sin embargo, a medida que se desarrollaba el debate, el tono cambió. Los Reyes se sentaron entre los participantes. El acto, aunque aparentemente pequeño, denotaba un interés genuino por escuchar, algo que suavizó incluso las voces más escépticas de la sala, incluida la de Marion.
La presencia del embajador holandés Henk Jan Bakker también desempeñó un papel crucial en la creación de confianza. Marion ya había interactuado con él durante el Café Político de diciembre de 2024, el foro de diálogo informal de NIMD Kenia para que los jóvenes debatieran cuestiones políticas emergentes con líderes y expertos políticos. Su inquebrantable aliento a un debate abierto y honesto le aseguró a ella y a los demás que sus voces importaban, lo que ayudó a superar la hostilidad inicial en la sala.

Más allá de la mesa redonda: ¿Y ahora qué?
Marion dejó el debate con una perspectiva más matizada sobre los procesos de diálogo. Sigue creyendo que a Kenia le queda mucho camino por recorrer antes de que se produzcan conversaciones significativas entre los jóvenes y los altos dirigentes políticos. La confianza mutua, la escucha activa y, tal vez lo más importante según Marion, la humildad de los altos dirigentes son requisitos previos para un compromiso real.
Para los jóvenes que puedan encontrarse en discusiones de alto nivel similares, su consejo es claro: Ven preparado, habla con valentía y recuerda que representas algo más que a ti mismo. Investigación, claridad y convicción convierten una sola voz en un movimiento.
Lo que se lleva el Monarca
El Rey se comprometió a plantear al Presidente keniano las cuestiones clave tratadas durante su reunión bilateral, entre ellas:
- Los obstáculos al registro de votantes, en particular la carga financiera que supone la obtención del documento nacional de identidad.
- El creciente desprecio por los procesos democráticos y la supresión de las voces de los jóvenes.
- Los retos estructurales de los partidos políticos que limitan la participación de los jóvenes.
- La desestimación por parte de los líderes electos de los esfuerzos de rendición de cuentas impulsados por los jóvenes.

Una visión más amplia: Implicar a los jóvenes más allá de la mesa redonda
Aunque una mesa redonda no puede abordar por sí sola los retos políticos de Kenia, pone de relieve la importancia de un compromiso sostenido. Las Escuelas de Democracia de NIMD Kenia desempeñan un papel crucial en la preparación de jóvenes líderes como Marion para este tipo de conversaciones. Al dotarles de aptitudes para el diálogo político, el análisis crítico y la gobernanza, estas escuelas ayudan a salvar la desconexión entre las estructuras políticas y los jóvenes.
A medida que Kenia se acerca a las elecciones de 2027, los jóvenes pueden elegir entre comprometerse o no. La experiencia de Marion en la mesa redonda nos recuerda que el escepticismo está justificado, la participación a través de diferentes vías es crucial.