La escuela política de Túnez: Una nueva generación de dirigentes

Afef Khnissi nació en 1982 en Nabeul, ciudad del noreste de Túnez. Es geóloga, actualmente doctoranda en hidrogeología, y aspirante a política.
Es miembro del partido político Hirak Tounes el Irada (Movimiento de la Voluntad Tunecina), un pequeño partido de la oposición que cuenta actualmente con cuatro escaños en el Parlamento.
Se describe a sí misma como una persona ambiciosa con ganas de salir adelante en la vida. Por este motivo, Afef decidió presentarse a las oposiciones de Escuela Tunecina de Política en 2016.
La Escuela fue fundada en 2012 por el NIMD y su socio ejecutor, el Centro de Estudios Mediterráneos e Internacionales (CEMI). Ofrece un programa de formación de un año para jóvenes políticos. Los participantes son todos miembros de uno de los nueve partidos políticos con representación parlamentaria igual o superior a tres escaños.
Entre ellos hay diputados, pero también jóvenes políticos prometedores que participan en los órganos de dirección de su partido. El curso dota a esta nueva generación de líderes políticos de las habilidades y conocimientos necesarios para participar en el juego político, y les capacita para ser demócratas y agentes de cambio dentro de sus propios partidos políticos.

La transición democrática en Túnez
La Revolución Jazmín que tuvo lugar en 2011 cambió radicalmente el panorama político tunecino.
Aunque suele citarse como uno de los únicos éxitos de la Primavera Árabe, la transición de Túnez a la democracia tras décadas de régimen autoritario no ha sido fácil. Una cosa es organizar elecciones con éxito, pero cultivar una cultura inclusiva y democrática no se consigue de la noche a la mañana.
Una de las prioridades del NIMD es mejorar la participación política de las mujeres y los jóvenes.
La ley electoral aprobada en 2011 estipula que debe haber el mismo número de hombres y mujeres en las listas electorales y que el cuarto candidato de cada lista debe ser menor de 35 años. Como resultado, 34% de los escaños del Parlamento están ocupados por mujeres. Pero aún así, muy pocas mujeres han conseguido ocupar puestos de poder real.
Lo mismo ocurre con los jóvenes. Así que reforzar la posición de las mujeres y los jóvenes en la política y ayudarles a acceder a oportunidades políticas es un objetivo clave del programa.
Cuando se produjo la Revolución, Afef estaba en la universidad y acababa de empezar su doctorado.
Había estado comprometida socialmente desde que era una niña. Pero ahora, por primera vez en su vida, era libre de expresarse políticamente y participar en la vida política de su país.
"La mayoría de los jóvenes tunecinos no tenían experiencia política hasta la Revolución", explica. Ella y sus compañeros jóvenes tunecinos nacieron y crecieron en un Estado autoritario. "Después de la Revolución fue muy diferente".
Involucrar a los jóvenes líderes en la democracia
En opinión de Afef, en Túnez existe una brecha entre las viejas y las jóvenes generaciones de políticos.
Los jóvenes tienen otra mentalidad y otra forma de interactuar y comunicarse entre sí.
Ahmed Driss, director del CEMI, lo confirma. Los políticos de más edad tienden a contentarse con el statu quo, mientras que los jóvenes son más reformistas. Esto se ve claramente en los debates políticos sobre, por ejemplo, las reformas educativas, en los que los políticos de más edad están mucho menos convencidos de la necesidad del cambio.
Lo que hace falta, dice el Sr. Driss, es enseñar a los jóvenes los valores democráticos y animarles a ser optimistas sobre su futuro. Habiendo crecido en un Estado autoritario, es fácil ser pesimista sobre la perspectiva de tener un gobierno abierto y transparente, especialmente cuando los avances son lentos. Ayudar a los jóvenes políticos reformistas a tener éxito es clave para consolidar la transición democrática de Túnez.
La Escuela Tunecina de Política reúne a jóvenes políticos de diversas procedencias.
"Al principio no era un paraíso", dice Afef.
A veces se produjeron acaloradas discusiones entre participantes con puntos de vista diferentes. Se esforzaron por llevarse bien y aceptar las diferencias de opinión.
Describe cómo el curso les ayudó a ella y a los demás participantes a comprenderse mejor y a aceptar las diferencias incluso cuando no estaban de acuerdo entre sí. Al final del programa, a pesar de sus diferencias, se convirtieron en un grupo muy unido. Siguen reuniéndose y buscando oportunidades para trabajar juntas.
El TSoP también le enseñó que ser político de la oposición no significa simplemente rechazar todo lo que hace el gobierno.
Por el contrario, se trata de hacer un seguimiento crítico del gobierno y participar constructivamente proponiendo vías y soluciones alternativas a los problemas a los que se enfrenta el país.
Por ejemplo, cuando se produjo una desaceleración económica, la oposición propuso un diálogo nacional entre gobierno, oposición y sociedad civil para abordar los problemas. También sugirieron centrarse en reforzar la administración pública y luchar contra la corrupción. A pesar de ser un partido de la oposición, pudieron contribuir a resolver los problemas nacionales.
Crear el cambio
Una de las cosas que apasionan a Afef es transmitir a los demás las lecciones que aprendió.
Se dedica a formar y entrenar a hombres y mujeres de su propio partido con los conocimientos que adquirió en la Escuela Tunecina de Política.
De hecho, ésta fue una de las razones por las que se apuntó al curso.
Actualmente, también es tutora de miembros de su partido que acaban de empezar la Escuela. Como geóloga, está especialmente interesada en llamar la atención sobre las cuestiones medioambientales. También le apasiona el papel de la mujer y su contribución a la política.
Como explica Ahmed Driss, uno de los objetivos del curso es permitir que los jóvenes políticos se conviertan en agentes de cambio dentro de sus propios partidos. Por ello, el curso incluye temas como las campañas, los programas de partido y la comunicación, que pueden ayudar a los partidos políticos a funcionar con mayor eficacia.
Antiguos participantes han participado en la creación de alas juveniles o incluso de una academia política en sus partidos políticos, como Machrouu Tounes y Afek Tounes. De este modo, la Escuela Tunecina de Política ayuda a los jóvenes a convertirse en agentes del cambio en la esfera política.
Afef completó con éxito la Escuela Tunecina de Política junto con 35 compañeros de clase en 2016, y fue uno de los nueve participantes seleccionados para participar en una visita de intercambio a Finlandia para aprender sobre el sistema político de ese país, organizada por la organización DEMO Finland, socia de NIMD. Estos nueve fueron los mejores participantes de cada partido representado en la Escuela.

Un compromiso permanente
Este año está siguiendo el curso de segundo nivel de la Escuela Tunecina de Política, que ayuda a los antiguos alumnos a profundizar en los conocimientos adquiridos el año anterior. Los participantes trabajan actualmente juntos en una estrategia de lucha contra la corrupción.
Una de las ambiciones de Afef es ser algún día diputada y trabajar en temas medioambientales. La Escuela Tunecina de Política existe para ayudar a jóvenes talentos como ella a perseguir esas ambiciones y superar los numerosos obstáculos que se interponen en su camino.
La democracia es mucho más que celebrar elecciones.
Para prosperar, necesita políticos responsables y una cultura política que valore la cooperación en lugar del conflicto.
El NIMD contribuye a ello invirtiendo en una nueva generación de líderes y dotándoles de las habilidades necesarias para practicar una nueva forma de política, alejada de la tradición autoritaria en la que crecieron. Esto es crucial en países como Túnez, que se encuentran en pleno proceso de transición democrática.