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Guatemala: Un proceso electoral atípico

Publicado el 22-12-2023
Tiempo de lectura 3 minutos
  • Guatemala
  • Opinión y análisis

La Directora de NIMD Guatemala, Claudia Maselli, reflexiona sobre la situación actual en Guatemala y los pasos necesarios para allanar el camino hacia la unidad nacional.

Desde 1985, año de la transición a la democracia en Guatemala, no había habido un proceso electoral tan atípico como las últimas elecciones celebradas en Guatemala los pasados meses de junio y agosto. Las elecciones sirvieron para que el pueblo guatemalteco votara por el gobierno local, el parlamento y el nuevo presidente.

Sin embargo, el nivel de controversia surgido en torno a la integridad de las elecciones no tiene precedentes. Los desafíos comenzaron ya en enero de 2023, cuando se inició el proceso electoral general. Llovieron las acusaciones de los observadores del proceso electoral, que acusaban al organismo electoral de favorecer a algunos candidatos en su inscripción y señalar a otros prohibiéndoles competir. Las acusaciones fueron variadas. Incluso provocó la anulación de uno de los tres partidos que se presentaban a la carrera electoral con importante intención de voto por parte de los electores, como sorprendentemente se reflejó en un sondeo puntual.

Elecciones generales Guatemala 2023

A pesar de lo anterior, las elecciones se celebraron el 25 de junio y el 20 de agosto. La agitación electoral fue menor que en 2019.

A pesar de las circunstancias, la participación de los ciudadanos fue notablemente alta en Guatemala teniendo en cuenta la incertidumbre del proceso electoral. 60% de los ciudadanos inscritos acudieron a las urnas, una cifra muy similar a la de las elecciones de 2019, aunque un elevado número de jóvenes no se inscribió para votar.

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, los ciudadanos expresaron su descontento con el sistema político con 17% votos nulos. Sin embargo, no hubo mayoría en los resultados electorales de la primera vuelta. Al final, sólo los dos partidos más votados -el partido Unidad Nacional de la Esperanza y el partido Movimiento Semilla- pasaron a la segunda vuelta.

A pesar de los intentos de apartar al Movimiento Semilla de la carrera electoral, el 20 de agosto se celebraron las elecciones, que se saldaron con una aplastante victoria del Movimiento Semilla, que obtuvo 58% de los votos, frente a 37% de los votos de la Unidad Nacional de la Esperanza.

Foto: 502STUDIO

La participación ciudadana, indispensable para la democracia

Antes, durante y después de las elecciones quedó claro que los ciudadanos de Guatemala siguen creyendo en la democracia. Las elecciones justas y equitativas son un componente clave.

Un ejemplo de ello es cómo los ciudadanos desempeñaron un papel activo en las elecciones participando en los órganos electorales temporales (por ejemplo, juntas departamentales, juntas municipales y juntas de votación); colaborando estrechamente con los fiscales de los partidos políticos y las distintas misiones de observación nacionales e internacionales.

La dedicación mostrada por los ciudadanos que participaron voluntariamente en las juntas electorales fue notable. Aunque no fueron testigos de ninguna irregularidad durante las elecciones, después de éstas fueron sometidos a escrutinio. Al final, junto con otros ejercicios de observación ciudadana, se confirmó la integridad de la votación del 25 de junio y se desmintieron las acusaciones de fraude electoral.

Varias misiones de observación electoral nacionales e internacionales estuvieron presentes durante las elecciones. La Misión Local de Observación K'AT (MOEL K'AT) elogió la participación de personas de comunidades indígenas, jóvenes y personas con discapacidad, formada por varios grupos de ciudadanos formados por NIMD. Estas misiones y observaciones dieron legitimidad, tanto dentro como fuera del país, al proceso de votación y subrayaron el interés de los ciudadanos por elegir a las personas que consideraban más adecuadas para los distintos cargos electivos.

Avanzar

NIMD está presente en Guatemala desde 2002 y trabaja a todos los niveles del panorama político para promover un mayor desarrollo de una democracia multipartidista verdaderamente integradora. Una tarea con la que seguimos comprometidos.

Una democracia que fomenta la participación política en las elecciones es parte fundamental de su buen funcionamiento, transparencia e inclusividad. La defensa por parte del Tribunal Electoral de la integridad de los ciudadanos voluntarios que componían los órganos electorales temporales fue importante para mantener los principios de la democracia.

Creación de actores políticos receptivos, Continuación de diálogoPor lo tanto, fortalecer los partidos políticos, su estructura y la inclusión de las diversas voces de sus electores no sólo es necesario, sino que es una piedra angular para desarrollar políticas públicas que sitúen al ciudadano en el centro.

El camino que queda por recorrer aún no está claro, pero está lleno de esperanza, porque cada vez hay más jóvenes que exigen una democracia inclusiva, uniéndose a comunidades indígenas, grupos de reflexión, universidades, activistas y una clase política renovada que están empujando colectivamente a Guatemala hacia una democracia funcional, inclusiva y responsable.

La esperanza es que el diálogo, aplicado en un marco de confianza, respeto mutuo y transparencia, siente las bases de un nuevo contrato social y allane el camino hacia la unidad nacional.