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NIMD y el Acuerdo de Paz de Colombia: Hacia una sociedad más igualitaria e inclusiva

Publicado el 31-08-2017
Tiempo de lectura 5 minutos
  • Colombia
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Angela with delegates from the Government and the FARC in Havana
Angela con delegados del Gobierno y de las FARC en La Habana

En Colombia no hay una sola persona viva que haya conocido una paz duradera.

Ángela Rodríguez, Directora Nacional de NIMD, como tantos colombianos de su generación, creció con miedo a las bombas, los secuestros y la guerra civil.

Hija de oftalmólogos, creció en una familia atenta y trabajadora. Desde muy pequeña se interesó por la política, por lo que era lógico que estudiara Ciencias Políticas, Política y Desarrollo.

Desde mediados de los años sesenta, el principal conflicto en Colombia ha sido entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). A lo largo de los años, este conflicto ha causado la muerte de unas 250.000 personas y ha dejado 7 millones de desplazados internos.

Una de sus causas fundamentales fue la exclusión política de amplios sectores de la sociedad, que contribuyó a la aparición de grupos armados ilegales como las FARC.

Con un profundo deseo de promover la reconciliación y luchar contra la polarización en su país, Ángela decidió dedicarse a trabajar por un sistema político mejor.

Angela (tercera por la derecha) con delegados del Gobierno y de las FARC en La Habana

Cuando empezó NIMD trabajar en Colombia en 2010, fue en un esfuerzo por fortalecer los partidos políticos y hacer el sistema político más abierto e inclusivo.

En aquel momento, Ángela trabajaba en PNUDa través de la cual NIMD ejecutó inicialmente sus programas. Cuando NIMD decidió fundar su propia oficina nacional en Colombia, Ángela decidió unirse y ayudar a establecer la oficina.

Gracias a años de estrecha colaboración con la mayoría de los partidos políticos del país y al establecimiento de buenas relaciones personales, NIMD ha conseguido ganarse su confianza. La imparcialidad, la implicación local y el compromiso a largo plazo de NIMD son también cruciales para su capacidad de trabajar con partidos que representan ideologías políticas muy diferentes.

Así, a través de su trabajo regular con partidos políticos e instituciones gubernamentales, NIMD ya tenía una buena relación con el Gobierno colombiano cuando se inició el proceso de paz.

Pero, previendo el apoyo que se necesitaría a ambos lados de la mesa tras alcanzar un acuerdo de paz, la organización dio un paso valiente y se puso en contacto con las FARC durante las primeras fases de las negociaciones para ofrecer su ayuda.

Cuando en 2016 se hizo evidente que las negociaciones de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC estaban llegando a un final satisfactorio, la mesa de negociación en La Habana invitó a Ángela, como Directora Ejecutiva de NIMD Colombia, a conversaciones preliminares con ambas partes para discutir los objetivos de la Misión Electoral Especial que NIMD fue invitada a componer.

Cambiar las perspectivas: Encuentro con las FARC

Mientras crecía en Bogotá, la capital de Colombia, Ángela sólo oía decir que las FARC eran el enemigo y la causa de toda la violencia, los secuestros y las desapariciones.

Por eso, a nivel personal, al principio le costó reunirse con ellos. Pero ya no había vuelta atrás.

Cuando entró en la sala de reuniones en completo silencio, reconoció inmediatamente a dos de los principales comandantes de las FARC. Cuando la conversación giró en torno a las raíces políticas del conflicto, Ángela luchó por mantener la concentración.

No podía creer dónde estaba.

Sin embargo, los comandantes de las FARC se mostraron amistosos y hubo risas durante la reunión. Se despidieron con un abrazo.

Sin embargo, algo no le gustaba a Ángela y salió del lugar sintiéndose incómoda sin saber exactamente por qué. Empezó a repasar cada comentario y gesto en su mente, tratando de identificar algo inapropiado, pero estaba segura de que los comandantes no le habían mostrado más que respeto.

Al día siguiente compartió la experiencia con su padre, que había sido el primero en despertar su interés por la política y le había enseñado a interpretar los periódicos llenos de historias sobre asesinatos de candidatos presidenciales y atentados. Para él la respuesta era fácil: Ángela había empezado a humanizar al monstruo que creció odiando y temiendo: el comienzo de la reconciliación tras el conflicto.

Para Ángela, las reuniones, inesperadamente fructíferas, reiteraron la importancia de mantener siempre la mente abierta y estar dispuesto a dialogar con los supuestos adversarios. Las conversaciones se centraron en la necesidad de inclusión y de que todas las personas puedan participar en política.

Por lo tanto, la creación de un partido político que represente tanto las opiniones como el electorado de las FARC sería crucial para una paz estable y duradera en Colombia.

Teniendo esto en cuenta, Ángela ofreció a las FARC el apoyo institucional y la experiencia de NIMD para ayudarles en su transición hacia un partido político legal.

Hacia una paz estable y duradera

No mucho después, en septiembre de 2016, ambas partes firmaron el histórico Acuerdo de Paz (inicial) en Cartagena, poniendo fin a más de 60 años de conflicto interno.

Iván Márquez, el principal negociador de las FARC, celebró la victoria:

"Hemos ganado la más hermosa de todas las batallas: [la batalla] de la paz para Colombia. Termina la batalla de las armas y comienza la batalla de las ideas".

El Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, también subrayó la importancia de la transición de las FARC:

"Hoy, cuando iniciáis vuestro regreso a la sociedad, cuando iniciáis vuestra conversión en un movimiento político desarmado [...], os doy la bienvenida a la democracia".

Sin embargo, este proceso estaba a punto de dar un giro inesperado y desconcertante. El Acuerdo de Paz debía ser aprobado por el pueblo colombiano en un plebiscito el 2 de octubre de 2016, pero, contra todo pronóstico, ganó el "NO".

El sorprendente resultado pareció paralizar el país.

La gente lloraba en las calles de Bogotá y en todo el país. Ángela era una de esas personas; totalmente incrédula, sentía que estaba viendo cómo su sueño de paz en Colombia se derrumbaba ante sus ojos.

Sin embargo, las semanas siguientes fueron asombrosas, con miles y miles de personas, en su mayoría jóvenes, tomando las calles de Bogotá y otras ciudades importantes, protestando pacíficamente y exigiendo la paz.

Las partes negociadoras intentaron incorporar tantas objeciones del bando del NO como pudieron, y en diciembre el Congreso aprobó un Acuerdo de Paz revisado.

Por fin podría iniciarse el trabajo hacia una paz estable y duradera.

La firma del Acuerdo de Paz (Crédito: UN Photo)

El papel de NIMD

La implicación de Ángela a lo largo de todo el proceso de negociación hizo que NIMD fuera la única ONG neerlandesa con dos funciones oficiales en el Punto 2 (participación política) y el Punto 6 (aplicación y verificación) del Acuerdo de Paz.

Para Ángela, la posibilidad de contribuir a la reforma del sistema político, y por tanto de ayudar a que la política sea accesible para tantos compatriotas suyos, es literalmente escribir la historia.

Se sentía tan honrada de poder contribuir a la paz en su país y al establecimiento de una Colombia más unida que no veía la hora de empezar.

El NIMD se puso rápidamente manos a la obra como miembro del comité de selección de la Misión Electoral Especial, un grupo encargado de formular recomendaciones para mejorar el sistema electoral. La Misión Electoral Especial se esforzó por hacer que el sistema político fuera más integrador, abriendo el espacio democrático a nuevos actores y mitigando así las posibilidades de una recaída en el conflicto armado.

Ángela dirigió la secretaría técnica de esta Misión Electoral Especial. Como tal, fue la principal portavoz de la Misión, presidiendo la mayoría de las reuniones y utilizando sus contactos con todos los partidos políticos existentes para asegurarse de que se tuvieran en cuenta sus opiniones divergentes.

Como segunda función oficial, el NIMD presta su apoyo institucional a la aplicación del Acuerdo sobre Participación Política, junto con el Centro Carter, UNASUR y Suiza, y pretende comunicar más ampliamente a la opinión pública la importancia de las reformas.

Además de sus funciones oficiales, el NIMD quiere asegurarse de que todos los partidos tengan las mismas oportunidades de participar en la arena política. Por lo tanto, Ángela y sus colegas apoyarán a la nueva organización política que surja de las FARC una vez que esté totalmente desarmada, ayudándola a cumplir los requisitos legales para su registro y aportando conocimientos especializados sobre el funcionamiento del sistema político colombiano.

En efecto, ya se están produciendo los cambios necesarios. Las FARC ya están representadas en el Congreso y la nueva ley de oposición ha sido debatida por todos los partidos políticos y aprobada.

El Presidente Santos instala la Misión Electoral Especial.

Esperanza renovada en el futuro

Ángela es -como todos los colombianos- consciente de que la plena implementación del Acuerdo de Paz es todavía un proceso largo y con muchos retos, pero que también es la única manera de avanzar. Para ella, es muy especial participar tan de cerca en la renovación del sistema político de su país.

Es consciente de que su trabajo es crucial para hacer que el sistema sea más abierto e integrador, garantizar que los partidos políticos respondan mejor a la sociedad y mejorar los valores democráticos de los actores (políticos).

Juntos, estos pasos mitigarán el riesgo de volver a un conflicto violento.

Por ahora, la firma del Acuerdo de Paz ya ha dado lugar a niveles de violencia históricamente bajos. Desde el inicio del alto el fuego en agosto de 2016 hasta finales de ese año, no hubo más muertos ni heridos en el conflicto.

Ángela ahora puede viajar por su país más libremente, con menos miedo a ser atacada o secuestrada. Ahora puede descubrir la belleza de su país y empezar a comprender mejor las verdaderas condiciones en que viven los colombianos en el campo.

Con el tiempo, estos avances conducirán a una comprensión mutua mucho mayor entre todos los colombianos, y darán lugar a una sociedad más igualitaria e integradora.